3 de junio de 2012

El aerosol 9-15 en las puertas del Mundial


03.06.2012 - A doce años de que el periodista argentino Pablo Silva ofreciera su aerosol a la Asociación del Fútbol Argentino, la Conmebol decide su utilización en los partidos (oficiales) por Eliminatorias mundialistas sudamericanas.

La decisión se adoptó el pasado 23 de mayo en Budapest (Hungría) en una reunión que sostuvo el presidente, Nicolás Leoz, con los demás miembros del Comité Ejecutivo de la Conmebol.

Así, el invento de Pablito (Silva), debutó en el partido Uruguay – Venezuela (1-1) de la 5º fecha eliminatoria y sigue derribando filtros hacia las consagratorias puertas del próximo Mundial Brasil 2014.

“A pesar de que parece un producto fácil de producir, tiene muchas cualidades que llevan su tiempo. Soporta la lluvia, el viento y las condiciones climáticas más adversas que pueda sufrir un campo de juego”, recuerda Pablo Silva.

El aerosol (9-15) nació como un instrumento de combate a la “avivada” de los futbolistas que conforman la barrera en los tiros libres de no respetar la distancia reglamentaria (9 metros con 15 centímetros), para que el árbitro de cada partido tuviera una señal de saber si los jugadores respetaban la distancia.

El aerosol contiene una especie de espuma blanca que puede trazar una línea de entre 7 y 11 centímetros de ancho que facilita su visibilidad y se mantiene entre 45 segundos y 3 minutos antes de desaparecer de la grama.

Pasaron ocho años (desde 2000) para que Julio Grondona, máximo dirigente del fútbol argentino, lo aprobara. Comenzó como un experimento en la ‘B’ Nacional y tras superar la prueba y ser aceptado por futbolistas y aficionados, fue implementado con mucho éxito en la primera división del balompié gaucho. Luego llegó a la Copa Libertadores de América y a los torneos de selecciones (debutó en la última Copa América (2011), para ya golpear las ansiadas puertas mundialistas.


Horacio Elizondo fue el consejero. "Nos hizo dos sugerencias claves: que la línea tuviera un ancho entre 7 y 11 cmts. para que se vea, y que debíamos hacer un portador para que el árbitro lo llevara sin dificultad", se explaya Silva. "Horacio también decidió el tamaño actual del aerosol y su cantidad de descargas, que tiene espuma para marcar de ocho a diez tiros libres. La hora de la verdad fue un día en el que yo estaba en mi casa y diluviaba en un Boca-Huracán. Tiro libre para Boca y pateaba Riquelme. No quise ni ver si el aerosol aguantaba el agua de los nervios, pero por suerte todo salió muy bien".

"El primer gran objetivo siempre fue la Copa América, porque es la máxima competencia del fútbol sudamericano. En muchos países se verá su utilidad para aplicar las reglas y eso nos va a abrir la puerta para que algún día esté en el Mundial".

Salud Pablo Silva…
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