1 de noviembre de 2010

El nuevo entrenador de la selección argentina.


01.11.2010 - Calígula - La formalidad indica que mañana, martes 2 de noviembre, se dará el anuncio oficial del nombre del nuevo entrenador de la selección argentina, al que se le “firmará un contrato hasta 2014”.

Formalmente, hoy se lleva a cabo la reunión de la Comisión de Selecciones Nacionales, creada hace unos días a tal fin, en el predio (AFA) de Ezeiza. Allí los seis integrantes de la flamante Comisión, Julio Ricardo Grondona (presidente de Arsenal), Luis Segura (Argentinos Júniors), Germán Lerche (Colón), Mario Contreras (Godoy Cruz), Juan Carlos Crespi (vicepresidente de Boca) y Diego Turnes (vicepresidente de Ríver), deliberarían formalmente sobre el caso junto al mánager Carlos Bilardo, en ausencia del Presidente de la AFA, Julio Grondona, afectado en Zúrich al organismo mayor, FIFA.

Carlos Bilardo y Luis Segura salieron a enfrentar la avidez periodística. El presidente de Argentinos Júniors adelantó la frase téster: “Batista es el principal candidato y no se pensó más allá de eso… es el indicado para ese cargo y de eso hablaremos en la reunión con el coordinador de selecciones nacionales, Carlos Bilardo”. Y el mánager, fiel a su hábito de “hacerse el boludo” (dixit) aportó confusión y anunció una lista con tres candidatos sin dejar de inmolarse: “El próximo técnico de la selección me tiene que gustar a mí; si no me voy”.

La misma avidez periodística indujo los nombres de su lista (Alejandro Sabella, Miguel Ángel Russo y varios terceros) mientras Batista y Maradona se disputaban el amor de Messi que no dejaba de aclarar que “con Maradona o Batista apoyo siempre a la selección”.

La avidez periodística más la falta de fuentes y carga de sospecha hizo que algunos medios publicaran que Maradona viajó a Rusia en secreto para buscar el apoyo de Messi cuando Diego viajó a cumplir un compromiso publicitario con Hublot y ni se cruzó con la pulga. Y la avidez periodística sumada al hábito de manipular la información daba publicaciones de campañas antiMaradona (por su cercanía al gobierno de Cristina Kirchner) distorsionando datos favorables a Sergio Batista.

“No está bien que se me juzgue por los resultados”, decía Batista pero “si me juzgan por los resultados voy ganando dos a uno”, agregó después de que Argentina perdiera (por 1º vez en la historia) con Japón (1-0), quizás recordando al gran Groucho Marx ("tengo mis principios pero si no le gustan tengo otros").

“Estoy desesperado por volver a la selección, me cortaría un brazo”, decía Maradona después de haber dicho “Grondona me mintió” y “esperan que yo traicione a mi grupo de trabajo”.

En este marco (confusión de Bilardo, lamentables declaraciones públicas de Batista, de Maradona, avidez, manipulación y falta de fuentes periodísticas) Julio Grondona seguía ganando tiempo, testeando el ánimo popular y sumando más argentinidad tradicional al caldo.

Porque las formalidades en AFA no existen. Porque las votaciones nunca son tales y los presupuestos navegan entre nubes. Porque las decisiones del organismo, desde hace treinta años, son avaladamente unipersonales. Porque esta inédita Comisión electora viene a cumplir, muy a gusto, su condición de fusible público (si las cosas no funcionan).

Argentina no es única (sobran los casos). En Chile, por ejemplo, se está definiendo la continuidad de Marcelo Bielsa según el pulso eleccionario de la ANFP (Bielsa se iría tras una muy posible derrota de Mayne Nicholls).

En la zona andina, al menos, las decisiones estratégico-deportivas se toman muy lejos de los exámenes deportivos y muy cerca de las relaciones interpersonales. Casi como si habláramos de las mismas fundaciones de nuestras naciones (200 años después).

Así y sólo así, hombres como Carlos Bianchi o el mismo Marcelo Bielsa pueden quedarse en sus casas alzando nietos y viendo fútbol por TV (mientras Grondona viaja por Europa).
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